Cuando comencé a trabajar como interiorista la profesión era nueva en España y sólo se concebía como una actividad aplicada a los espacios públicos y a las residencias de altísimo standing. Los materiales que se empleaban eran de mucha calidad y altísimo precio, así como la realización de las obras; siempre con la idea de que su duración fuese larga.

Yo pertenecía a una clase social de muy bajo poder adquisitivo y durante muchos años viví contradicciones que no terminaba de comprender.

En los años 80 la llegada a España de mobiliario procedente de Italia, realizado por el grupo Menphis, abrieron mi visión del interiorismo hacia un mundo fantástico, libre e increíble y me replanteé de arriba abajo la manera de llevar a cabo mi actividad profesional. Paulatinamente fui modificando mi forma de ver el interiorismo, tanto en el aspecto funcional como en el estético, e incluso en el social, con respecto a cómo lo quería seguir practicando; y desde entonces no he parado de investigar y de replantearme, en cada nuevo proyecto, la manera de hacerlo más útil, económico y más hermoso, por ese orden.

Durante algunos años y hasta muy avanzados los años 90 estuve trabajando en la realización de decorados para spots de publicidad y eso me permitió dar rienda suelta a mi fantasía a nivel estético y reflexionar sobre el interiorismo, llegando a conclusiones que, desde entonces, han dado sentido a mi trabajo. Fue un proceso personal que me ha permitido eliminar las contradicciones iniciales y disfrutar de este maravilloso oficio, porque estoy segura de que mejora la calidad de vida de las personas.

He montado exposiciones, espacios públicos, residencias, realizado proyectos a través de la Red, conferencias, publicaciones en libros y revistas nacionales e internacionales, programas para TV y radio; todas estas cosas son parte de lo que llena mi vida y estoy muy satisfecha de ellas.

En este momento tengo claro que; el lujo es la imaginación y el espacio el lujo y el lujo puede ser caro o barato, esto dependerá de las posibilidades económicas de cada uno, pero sé que puedo manejarlo y utilizarlo, en beneficio de todas las personas para las cuales trabajo. No importa si son ricas o no.

Creo que tengo un gran futuro por delante y espero poder seguir disfrutando con lo que hago y haciendo que los demás también lo hagan gracias, entre otras cosas, al resultado de la enorme experiencia y pasión que siento hacia esta maravillosa profesión.

lola lago, 2011.